Más de treinta delincuentes tucumanos, especializados en la modalidad de “rompevidrios”, han sido detenidos en al menos doce provincias argentinas. Estos delincuentes se dedicaban a despojar a los automovilistas de sus pertenencias rompiendo las ventanillas de sus vehículos. La operación se extendió por Mendoza, Salta, Córdoba, Chaco, Corrientes, Santiago del Estero, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, Neuquén y Catamarca, según un primer cruce de datos.
Los tucumanos delinquiendo en otras provincias no es un fenómeno nuevo. La historia de estos delincuentes se remonta a figuras como Segundo David Peralta, alias “Mate Cosido”, un ladrón de principios del siglo XX que robaba a empresas internacionales para dar a los pobres, y cuya historia se convirtió en leyenda. En tiempos más recientes, bandas como “Los Gardelitos” y el clan Caro también llevaron sus delitos fuera de Tucumán.
La modalidad de “rompevidrios” consiste en que los delincuentes seleccionan a sus víctimas, las persiguen y rompen una ventanilla de su vehículo para robar sus pertenencias. Este método, derivado de las salideras bancarias, generalmente no implica el uso de armas de fuego, lo que resulta en penas menores si son detenidos. Sin embargo, un caso en 2020, donde la comerciante Ana Dominé fue asesinada, mostró un cambio, ya que la banda implicada realizó vigilancia y seguimiento previo.
En provincias como Mendoza y Córdoba, los tucumanos han sido procesados por robos que involucraron sumas significativas, y en algunos casos se les ha acusado de integrar asociaciones ilícitas, lo que implica penas más severas. Algunos delincuentes actúan independientemente, moviéndose de una provincia a otra para evitar ser detectados y luego regresar a Tucumán.
Estos delincuentes, generalmente jóvenes entre 19 y 45 años, son conocidos por su habilidad en la conducción de motos y vehículos de alta gama. La Policía de Tucumán ha logrado identificar y detener a muchos de ellos gracias a la cooperación con otras provincias y el uso del nuevo Código Procesal Penal, que permite juicios más rápidos y condenas más severas.
El jefe de Policía, Joaquín Girveau, señaló que la colaboración con la Justicia ha sido crucial para la rápida aplicación de penas, lo que ha dificultado que estos delincuentes continúen actuando en Tucumán.