Los supermercados están introduciendo una variedad creciente de productos importados, con precios que el Gobierno espera que compitan con las marcas nacionales, especialmente para combatir la inflación que afecta los precios de los alimentos. Algunos artículos podrían llegar a ser hasta un 50% más baratos, aunque en promedio la rebaja estaría alrededor del 20%.
En las góndolas de supermercados en Tucumán, por ejemplo, ya se pueden encontrar productos como latas de atún y palmitos provenientes de Ecuador. Las grandes cadenas están trabajando en fortalecer sus relaciones con proveedores internacionales y en firmar nuevos acuerdos comerciales para ampliar la oferta de productos importados, incluyendo artículos de primera necesidad como panificados, pañales, conservas y bebidas.
Este proceso se está desarrollando en tres etapas. En primer lugar, se está reponiendo el stock de productos que ya se importaban pero estaban retenidos por trámites burocráticos. Luego, en los próximos meses, se espera ampliar la oferta con variedades de productos de proveedores existentes. Finalmente, a finales de año se prevé la incorporación de nuevas marcas y productos importados.
Las cadenas de supermercados buscan productos importados con precios competitivos, explorando acuerdos con proveedores de países vecinos como Brasil, Ecuador y Chile. Aunque esta medida aún no ha revertido la caída en las ventas de supermercados, el Gobierno espera que contribuya a desacelerar la tendencia y a largo plazo impulse la recuperación del consumo.