Este Jueves quedó inaugurado oficialmente el XI Congreso Eucarístico en la provincia de Tucumán, diferentes referentes de la Iglesia Católica nacionales e internacionales entre ellos el Arzobispo de Tucumán Alfredo Zecca, dieron su mensaje a los miles de peregrinos.
En medio de agradecimientos Zecca expresó “La Argentina no nació en 1816, nació cuando los pueblos precolombinos le abrieron el corazón al Evangelio y se gestó una cultura que no era precolombina ni europea, fue algo nuevo que se expresa en el rostro mestizo de María de Guadalupe que llevó a cabo la gran obra de la inculturización del Evangelio”.
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Diferentes posturas históricas se refieren a la complicidad de la Iglesia en el genocidio de los pueblos originarios en América tras la conquista española, otros atribuyen responsabilidad a las nuevas enfermedades que se esparcieron rápidamente en epidemias, en tanto también se cree que la Iglesia tuvo un rol fundamental sobre los nativos ofreciéndoles una nueva cultura a través de la educación y la evangelización, labor realizada por la Compañía de Jesús o jesuitas.
Algunos historiadores atribuyen procesos de hibridación e imposición cultural que influyeron a la hora de que los aborígenes adoptaran la religión de los conquistadores, produciéndose llamativas mezclas de creencias de los pueblos originarios con las de la Iglesia, esto es visible en prácticas religiosas actuales del catolicismo en el Norte Argentino que comparten rituales de los primeros pueblos que habitaron esta zona antes de la conquista.
En 2007 el Papa Benedicto XVI en su visita a Brasil había declarado que en la conversión de los pueblos originarios no hubo imposición sino “encuentro” celebrando el enriquecimiento que la fe cristiana hizo de las culturas precolombinas.
