Las empresas de medicina prepaga se niegan a reducir los precios, generando tensión ante el pedido del Gobierno de congelar los aumentos por tres meses. La propuesta gubernamental, que buscaba aliviar el impacto de las subas del 160% acumuladas en el año, fue rechazada por las compañías del sector, que argumentaron estar rezagadas en relación con la inflación y propusieron un congelamiento recién para junio o julio.
El diálogo entre el Gobierno y las prepagas se cortó tras esta negativa, agudizando la tensión en el sector.
A su vez, avanza una investigación por presunta colusión en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, luego de una denuncia por cartelización presentada por diputados de la Coalición Cívica contra empresas de medicina prepaga. Este conflicto se da en el marco de aumentos continuos en las cuotas de las prepagas, que representan el 30% del salario promedio de un trabajador formal.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), durante los últimos años, el gasto en planes de salud prepagos ha tenido un incremento considerablemente mayor que la inflación y los salarios, afectando significativamente el poder adquisitivo de los usuarios.