El precio de los combustibles volverá a subir en todo el país a partir del lunes, con un incremento estimado del 5%. Esta suba se debe a la nueva actualización del impuesto a los combustibles impulsada por el Gobierno y a los cambios en la cotización del dólar oficial. Se espera que las petroleras trasladen estos porcentajes al precio en los surtidores, con la posibilidad de subas adicionales.
En Tucumán, por ejemplo, el litro de súper de YPF podría aumentar $37,59, pasando de $895 a $932,59.
Hasta febrero, el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) estuvo congelado. A partir de marzo, se comenzó a aplicar la primera de cuatro cuotas de incremento basadas en la inflación trimestral de 2021 y 2022. Esto tiene como objetivo sumar 0,5 puntos del PBI adicionales este año para compensar la falta de aumento en las retenciones, que no fue aprobado en el Congreso.
El próximo aumento corresponde al segundo trimestre y se estima un alza del 35% en el ICL, pasando de $89 a $132 por litro.
Esto se traduciría en un aumento de alrededor de $34 por litro de nafta súper, con variaciones en el precio según la región. En el caso de YPF, el aumento en Córdoba sería de 3,7%, pasando de $923 a $957, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) sería del 4,3%, de $800 a $834.
Además, se espera que el deslizamiento del tipo de cambio oficial, que es del 2% mensual, también impacte en los costos del sector al estar dolarizados.
YPF, que tiene el 60% del mercado local, busca alcanzar una paridad con los precios internacionales para mantener su rentabilidad, aunque desde el Ministerio de Economía pidieron postergar este objetivo para demostrar una desaceleración de la inflación.
La petrolera estatal prevé que aún falta un aumento de entre 8% y 10% en el precio de la nafta y el gasoil en surtidores para lograr la paridad de importación.
