El incidente ocurrió el 31 de enero alrededor de las 14:00 horas, cuando Mario Orlando Falcone, de 52 años, ingresó al predio de la Congregación de las Hermanas del Buen Pastor, situado en la esquina de las calles Mendoza y Salta, Tucumán. Según la acusación, Falcone forzó un portón para entrar al lugar.
Una vez dentro del predio, Falcone preparó una caja con elementos para llevar en un carro. Luego, se dirigió a la capilla e ingresó violentando otra puerta. Dentro de la capilla, causó daños importantes, colgó una soga para apoderarse de una lámpara de bronce, rompió imágenes religiosas y separó elementos de bronce.
Posteriormente, alrededor de las 15:00 horas, Falcone subió por las escaleras del templo y realizó un boquete para ingresar a las instalaciones de un colegio ubicado en Salta al 200, que forma parte del mismo predio. Sin embargo, la alarma del colegio se activó, alertando a un guardia del lugar, quien llamó al 911.
La intervención policial llevó a la detención de Falcone, quien fue sorprendido en la terraza del colegio con varias herramientas. Aunque Falcone no logró llevarse los elementos que había separado, la Fiscalía lo acusa de tentativa de robo simple, considerando el hecho como grave por haberse cometido en un establecimiento religioso y educativo.
Falcone alega inocencia y solicita que se revisen las cámaras de seguridad del lugar para respaldar su versión. Las autoridades han requerido una prisión preventiva de 20 días, mientras que Falcone espera una medida por un período menor.
El daño ocasionado se estima en U$S 350.000, y además de los perjuicios económicos, se destaca la falta de respeto hacia un sector de la sociedad y el daño a imágenes religiosas de valor fundamental. El Arzobispado y la Sociedad de Empleados y Obreros de Comercio han presentado querellas privadas, buscando justicia y reparación por los daños ocasionados.