Una joven de 20 años fue aprehendida por los efectivos de la División Homicidios y Delitos Complejos en el marco de la investigación del crimen de José Antonio Escobar, el sereno de 53 años, encontrado muerto en la empresa San José sobre la ruta 305.
La joven sería la novia del principal sospechoso, un joven con antecedentes que sufre problemas de adicción a los estupefacientes y quien todavía sigue prófugo. La clave de la aprehensión fue una mujer que llamó a la policía: “Aquí en mi casa hay una moto robada y herramientas”, dijo alarmada la mujer.
La policía acudió al domicilio y allí la nerviosa mujer terminó confesando: “mi hija está saliendo con un delincuente que es drogadicto”. A partir de allí, llamaron a los pesquisas de la División Homicidios. Estos se trasladaron al trabajo de la joven, un bar de la zona céntrica.
Sin salida y delatada por su madre, la joven terminó aceptando que su novio era el que intervino en el robo y posterior asesinato de Escobar.
Según el informe del médico forense al que pudo acceder Tucumán Sin Filtro indica que Escobar “tiene una profunda herida con un objeto punzante a la altura del corazón”, lo que le habría ocasionado la muerte.
Los investigadores creen que el sospechoso pudo haber actuado bajo el efecto de algún tipo de sustancia: eso es lo que habría sido fatal para la víctima a la hora de resistirse.