Un hombre, identificado como Sergio Ricardo “Richy” Robles, fue condenado esta semana a tres años de prisión por violar la intimidad de varias mujeres a través de sus dispositivos electrónicos. Robles, quien trabajaba en el Centro de Monitoreo de Famaillá, ofreció reparar gratuitamente las computadoras y celulares de las víctimas, aprovechando su confianza para instalar aplicaciones espía.
El acusado espió a una de las víctimas en tiempo real, grabándola sin su conocimiento ni consentimiento, capturando momentos íntimos. A otras mujeres les robó contenido íntimo, incluyendo fotos y videos, y leyó sus conversaciones. Fue su ex novia quien descubrió su comportamiento al encontrar videos de chicas que claramente no sabían que estaban siendo grabadas.
Después de 15 meses de trabajo, la querella logró incorporar el contexto de violencia de género en la causa. El juez Mario Velázquez dictó la sentencia, considerando la perspectiva de género y condenando a Robles a tres años de prisión efectiva. Se impusieron medidas adicionales, como una prohibición de acercamiento a las víctimas, un curso sobre masculinidades y género, tratamiento psicológico, y la prohibición de prestar servicios informáticos en el Estado.
La abogada Soledad Deza, representante de la querella, destacó que este fallo establece un importante precedente a nivel nacional, marcando un antes y un después en la protección de la intimidad en la era digital. Las víctimas expresaron su conformidad con la sentencia, considerándola un acto de justicia.
Fuente: La Gaceta