El Gobierno ha tomado la decisión de permitir la venta de un tipo de gasoil de baja calidad y con un mayor contenido de azufre en todas las áreas urbanas del país, incluyendo San Miguel de Tucumán, con el fin de abordar la escasez de combustibles en varias provincias. Esta medida tiene un carácter temporal y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2023, aunque podría prorrogarse si fuera necesario para garantizar el suministro de gasoil.
Hasta la fecha, el “Gasoil común grado 2” solo se podía comercializar en áreas rurales y localidades con menos de 90,000 habitantes. Con esta nueva disposición, se extiende su venta a nivel nacional, incluyendo las grandes ciudades y áreas urbanas, lo que puede tener un impacto ambiental negativo debido a su mayor contenido de azufre.
La medida, adoptada a través de la resolución 896/23 de la Secretaría de Energía, busca abordar la actual escasez de gasoil y permitir un período de transición para que las petroleras adapten sus procesos a las futuras especificaciones de calidad de los combustibles. La escasez se debe al aumento de la demanda interna y a problemas logísticos en las importaciones.
La medida ha generado preocupación por sus implicaciones ambientales, ya que los bajos contenidos de azufre en los combustibles tienen un impacto positivo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, se ha argumentado que es necesaria para garantizar el suministro de gasoil en el corto plazo y permitir que la industria se adapte a las nuevas normativas de calidad.
