El director y subdirector del Servicio Penitenciario, Antonio Quinteros y Diego Leal, junto con el Subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Miguel Gómez, se reunieron en el Penal de Villa Urquiza el pasado lunes para abordar una denuncia de maltrato durante una capacitación realizada por una agente.
Durante la reunión, el subsecretario explicó que el propósito del curso era preparar a los agentes para situaciones de acción, irrupción y requisa en circunstancias extremas. En este tipo de prácticas, se requería capacitar al personal y familiarizarlo con ciertos productos químicos. Sin embargo, se destacó que hay una diferencia entre el gas suspendido en el aire, necesario para el trabajo de irrupción, y el uso de polvo de gas en el rostro de los agentes, lo cual no está permitido por el Ministerio y la Dirección del Servicio Penitenciario.
El término “polvo de gas” no se refiere a un producto químico en sí mismo, sino más bien a una forma de describir una práctica peligrosa que involucra la dispersión de partículas de gas en forma de polvo. Estas partículas de gas en polvo pueden ser peligrosas para la salud y la seguridad de las personas, especialmente si se inhalan o entran en contacto con los ojos, la piel o las vías respiratorias.
El subsecretario respaldó a la agente que presentó la denuncia y mencionó que el director Quinteros tomó medidas importantes al separar al instructor acusado y emprender investigaciones administrativas contra los responsables que surgieran de la investigación.
El director Quinteros afirmó que el curso de capacitación se autorizó a través de un expediente del Servicio Penitenciario y no era de carácter obligatorio. Subrayó que no se permitirán situaciones como las descritas por el subsecretario y que las capacitaciones programadas que cuentan con la aprobación del Ministerio de Seguridad continuarán sin contratiempos, ya que son esenciales para la formación del persona