Un policía, identificado como Matteo Santiago Galván de 19 años, enfrenta cargos de intimidación pública después de hacer una falsa amenaza de bomba contra la Secretaría de Trabajo. El incidente ocurrió mientras Galván realizaba rondas de patrullaje cerca de la institución.
El juez Guido Cattaneo aceptó la petición del fiscal y ordenó que Galván cumpla con 30 días de arresto domiciliario. La audiencia destacó la paradoja de que un policía, cuya función es prevenir el delito, estuviera involucrado en un incidente de este tipo y que debiera responder a un procedimiento de evacuación.
Este caso marcó una de las primeras actuaciones de la Unidad Fiscal Especializada en Cibercriminalidad. La auxiliar fiscal Jessie Luz García informó que el 28 de julio, recibieron una denuncia sobre una llamada telefónica que alertaba sobre una bomba en la Secretaría de Trabajo, lo que provocó un protocolo de evacuación y un despliegue innecesario de fuerzas de seguridad.
Según el informe de una empresa telefónica, la llamada se originó desde el teléfono de Galván. Las autoridades allanaron su residencia, donde encontraron evidencia, incluyendo tres teléfonos y una tarjeta de memoria externa. Además, obtuvieron videos de una cámara de seguridad que mostraban a Galván haciendo la llamada desde su puesto de guardia cerca de la Secretaría de Trabajo.
La Fiscalía solicitó el arresto domiciliario de Galván durante 30 días para completar la investigación, argumentando que, como miembro del personal policial transitorio, su deber era prevenir delitos, lo que hacía más grave su participación en la amenaza. El defensor de Galván se opuso a la medida, argumentando que no era el responsable y que tenía el cargo más bajo en la Policía. Sin embargo, el juez decidió validar el pedido de la fiscalía y aplicar el arresto domiciliario por el período mencionado.