Un grupo numeroso de personas se reunió el lunes por la noche para pedir justicia por la muerte de Lucas Delgado, un joven de 21 años que fue alcanzado por un disparo la semana pasada en la avenida América al 1.400. Además de justicia, también exigieron más seguridad en la zona, una preocupación común en Tucumán.
La concentración comenzó alrededor de las 19.30 en el colegio Nuestra Señora de Montserrat, donde Lucas había estudiado. La comunidad escolar organizó la manifestación al enterarse de lo sucedido.
Con el paso de las horas, más personas se unieron al encuentro. Vecinos de los barrios Modelo, América, Kennedy y ampliación Kennedy se unieron a la familia de Lucas para recordar su trágica muerte.
La familia de Lucas, compuesta por Marcela Ruiz, Mario, Sofía y Benjamín Delgado, llegó al lugar alrededor de las 20. Fueron recibidos con abrazos y palabras de apoyo.
La madre de Lucas, Marcela, expresó su dolor y dijo que su hijo era inocente y que su vida se perdió en un instante. El padre, Mario, mencionó que la casa ahora tiene una cama vacía y que esto les llevará mucho tiempo superar. Sofía, la hermana de Lucas, habló sobre lo sucedido y criticó la acción del policía que disparó.
Además, mencionó que no acepta las disculpas del abogado defensor del policía, quien expresó que su cliente quería disculparse con la familia.
La marcha comenzó a avanzar hacia el lugar donde Lucas fue herido, en la avenida América al 1.400. Durante el trayecto, predominaba el silencio, con velas encendidas y algunos murmullos.
La marcha fue liderada por la familia de Lucas, y a medida que avanzaban, otros vecinos se unían con velas encendidas en señal de apoyo.
Al llegar al lugar del incidente, los participantes colocaron velas alrededor de un árbol junto a una foto de Lucas. Hubo momentos de silencio, oraciones y gritos pidiendo justicia y más seguridad.
Un vecino señaló que es necesario hacerse escuchar para evitar que haya más casos como el de Lucas. Además, propuso que los vecinos se reúnan todos los miércoles a las 19 en el mismo lugar para demandar más seguridad.
Finalmente, la familia Delgado se retiró del lugar, y poco a poco la multitud se disolvió, dejando solo las velas consumidas como testimonio de su búsqueda de justicia.