En los últimos días, la indignación creció en las redes sociales a raíz de la difusión de capturas de pantalla que revelan la existencia de un grupo en la plataforma de mensajería “Telegram”, denominado “Los Magios Tucumán”. En este grupo, conformado por alrededor de 11.000 usuarios varones, se compartían imágenes de mujeres sin su consentimiento, generando una nueva ola de denuncias sobre la violencia digital que persiste en la sociedad.
Este tipo de incidentes, que ya habían salido a la luz en el pasado, resalta la necesidad de abordar la problemática de manera más efectiva. En 2021, un caso similar involucró a tucumanos que también utilizaban Telegram para intercambiar imágenes íntimas de mujeres sin autorización, aprovechando la relativa anonimidad que ofrece la plataforma. La posibilidad de crear perfiles falsos dificulta la identificación de los responsables en un primer análisis de sus datos personales.
Las mujeres afectadas por estas situaciones decidieron en ambas ocasiones hacer públicas las denuncias y, en algunos casos, se infiltraron en los grupos para exponer a quienes comparten estas fotos comprometedoras. La difusión no consensuada de material íntimo es un ciberdelito sancionado tanto por la Ley de Protección de Datos Personales como por la Ley de Delitos Informáticos.
Miles de mujeres tucumanas han expresado su repudio en las redes sociales, exigiendo que se revele la identidad de los integrantes del grupo y se implementen medidas para prevenir la proliferación de esta práctica dañina en la sociedad.
La abogada Soledad Deza ha destacado que la violencia digital es más común de lo que se piensa. Además, ha enfatizado que el impacto en las víctimas va más allá de la invasión a la intimidad, causando daño psicológico significativo. En este contexto, Deza alienta a las mujeres a denunciar estos hechos, subrayando que la responsabilidad no recae en las víctimas y que no deben sentir vergüenza al respecto.