La negociación entre los docentes y el gobierno para mejorar sus condiciones laborales está en problemas y podría afectar el resto del año escolar. Después de dos reuniones, los sindicatos de maestros no aceptaron la oferta del gobierno y anunciaron un paro de 48 horas con protestas. A pesar de la intervención de la Secretaría de Trabajo para evitar el paro, los docentes decidieron continuar con sus acciones.
Las autoridades están en desacuerdo con la decisión de los maestros y advierten que podrían enfrentar sanciones por no acatar la orden de conciliación obligatoria. Esta orden es una ley que debe seguirse, y quienes no lo hagan podrían tener descuentos en sus salarios o enfrentar penalizaciones.
Las conversaciones para mejorar la situación de los docentes comenzaron sin hablar de números concretos en julio, lo que llevó a la primera huelga. En el segundo encuentro, se retrasó debido a compromisos del ministro de Economía. Finalmente, el gobierno propuso aumentos salariales para ciertos tipos de maestros en agosto y octubre, basados en la inflación proyectada.
La ministra Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse, expresó que algunos sindicatos han hecho propuestas razonables y cercanas a la inflación, pero se sorprendió por una solicitud de aumento salarial del gremio ATEP que considera inalcanzable e irrazonable.
El gobierno desea continuar dialogando con los docentes y cree que las medidas de fuerza perjudican a la comunidad educativa. Quieren encontrar soluciones para mejorar la situación de los maestros de manera constructiva.