Un efectivo de policía de 44 años fue abatido en la noche del martes luego de que recibiera siete impactos de bala luego: todo indica que la víctima fue abordado por delincuentes que le dispararon a quemarropa para robarle su motocicleta. Al parecer lo que detonó el ataque brutal fue el hecho de que la víctima llevara uniforme policial: recibió dos balazos en las piernas (a la altura del muslo), en sus partes íntimas, en la ingle, en su mano derecha, uno en el abdomen (habría sido el que le provocó la muerte) y otro en el brazo.
La primera versión indica que Ramón Sánchez la víctima, fue abordado en la autopista de Las Piedritas donde un equipo lo encontró tirado con múltiples impactos de bala. Sanchez agonizaba pese a que los delincuentes no le habían quitado ni la motocicleta ni el teléfono celular.
Los uniformados pidieron refuerzos y una camioneta oficial lo trasladó al Centro de Salud. Los médicos poco pudieron hacer para salvarlo y falleció minutos después.
Los vecinos les avisaron a los efectivos que por la zona transitaban dos chicas y un joven de manera sospechosa. Informaron que los tres tenían mala fama en el barrio y que podrían estar vinculados al crimen.
El barrio Las Piedritas rodea uno de los ingresos sur-este de la capital. Hace no mucho, a un oficial le arrojaron una piedra para derribarlo de la moto y robarle el rodado. Los asaltantes no pudieron cumplir con el plan. Huyeron al descubrir que se trataba de un uniformado. La víctima perdió un ojo por la lesión que sufrió.
En minutos la zona se pobló de efectivos policiales, quienes realizaron rastrillajes para encontrar a los sospechosos, quienes tendrían antecedentes por delitos contra la propiedad.
El caso quedó a cargo del fiscal Carlos Sale, quien ordenó que la investigación sea realizada por personal de Homicidios, al mando de los comisarios Adrián Moreno, Miguel Carabajal, Diego Bernachi y Jorge Dib.