Tras la holgada victoria del peronismo en Tucumán, el gobernador electo Osvaldo Jaldo y el actual mandatario Juan Manzur recibieron este martes los números de las 202 urnas que no fueron contabilizadas el domingo y entienden que hay una tendencia irreversible que le sacará a la oposición la capital tucumana, convirtiendo a Rossana Chahla en intendenta.
La Junta Electoral informó que concluyó el escrutinio definitivo de las 202 mesas de votación de la Sección Capital que no habían sido contabilizadas en el escrutinio provisorio por errores que provocaron el rechazo del sistema informático de carga de sufragios. Hasta este conteo, Chahla superaba a la actual senadora nacional Beatriz Ávila en 1.999 votos y este jueves amplió la diferencia.
Mientras continúa el recuento definitivo, esas 202 urnas marcaron un 44,03% (25.445 votos) para el Frente de Todos y un 38,35% (22.163) para Juntos por el Cambio, lo que amplía la diferencia a casi 5.000 votos, algo que en el peronismo ya entienden como irreversible por lo que celebraron recuperar la capital tucumana para el PJ.
“Me siento la intendenta de San Miguel de Tucumán”, dijo Chahla, actual diputada, este jueves. “Si Bety hoy estuviese en mi lugar, con los votos que yo saqué, yo ya la hubiese llamado para felicitarla. Hay que decirle al ciudadano que se quede tranquilo porque los votos son los que pusieron en las urnas”, remarcó la dirigente peronista.
“Me siento la intendenta de todos los capitalinos. Primero tenemos que terminar todo el escrutinio definitivo y después hablaremos con el actual intendente para hacer una transición, como personas maduras, como políticos maduros. El proceso tiene que ser de la mejor manera posible, lo menos traumático posible para poder avanzar en las tareas inconclusas que quedaron de la gestión anterior”, añadió.