El fin de semana extralargo de Carnaval significó un descanso apreciado por muchos argentinos y ya hay quienes se preguntan cuándo son los próximos feriados, algo para lo que habrá que esperar poco más de un mes.
Este día libre llegará el 24 de marzo, cuando se celebra el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que este año cae viernes. La fecha se estableció por el último golpe de estado consumado en nuestro país, como una forma de exaltar la democracia y recordar a las víctimas de ese período atravesado por los delitos de lesa humanidad.
El autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) ocurrió tras el derrocamiento del gobierno de Isabel Martínez de Perón (electo democráticamente), y se convirtió en un símbolo de nuestro calendario nacional. Es una jornada de reflexión decretada como feriado inamovible en la que suelen realizarse movilizaciones en todo el país en favor de la democracia.
En este sentido, la particularidad que se produce este año es que el 10 de diciembre, cuando se cumplirán cuarenta años ininterrumpidos de este sistema de gobierno en nuestro país, asumirá el nuevo presidente de la Nación. Como el 24 de marzo es un feriado nacional, se aplican todas las consideraciones de este tipo de asuetos en lo concerniente a la actividad y a la paga de quienes deban trabajar en este día.
Esto quiere decir que el descanso es mandatorio y, por lo tanto, los directivos que necesiten contar con su personal en esta jornada, así como en todos los días de este tipo, deberán abonarles el doble de una jornada regular. Además, como este año cae viernes, quedará formado un fin de semana largo.
Luego del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, llegará otro feriado que también está relacionado con los años del último gobierno de facto en nuestro país. Se trata del 2 de abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, en el que se homenajea a los sobrevivientes y se recuerda a los militares fallecidos en ese conflicto bélico de 1982, que fue llevado adelante por la Junta Militar en un intento por favorecer su popularidad, pero que -al no lograr su objetivo de recuperar las islas- acabó debilitándolo hasta el llamamiento a elecciones democráticas del año siguiente.