A metros de la cima de América: Montañista tucumano estuvo a poco de alcanzar la cima del Aconcagua

Publicado el: 31 enero, 2023

Iba a ser su segunda vez cima en el techo de América, su primera vez había sido en enero del 2020, pero esta vez las condiciones climáticas le jugaron una mala pasada. El montañista tucumano Gustavo Ottonello quería mirar nuevamente al continente desde lo más alto, pero no pudo, la seguridad, ante todo.

Fueron dos intentos para hacer cumbre esta vez, pero las condiciones extremas de la montaña abortaron la llegada. La precaución y prevención para evitar males mayores fue acertada. “No se pudo concretar ninguna de las 2 cumbres porque las condiciones de la montaña eran extremas mucha acumulación de nieve y peligro de avalanchas.

“El frío ni hablar y más sumado los vientos, que bajaban aún más la sensación térmica”, dijo Gustavo.

Para poder ascender, el montañista monterizo tuvo que hacer pruebas médicas como saturación de oxígeno en sangre entre otras y luego de dar todo correcto se habilitó la subida. “Desde Plaza de Mulas partimos hacia Nido de Condores (5.560 msnm), un campo con altura y a mí, y a mi compañero nos agarró una nevada llegando al lugar”, comenta, y luego agrega, “de madrugada partimos hacia la cumbre, comenzamos a avanzar íbamos pasando grupos y alcanzamos a los primeros”.

“Junto a ellos nos detuvimos y uno de los guías de ese grupo nos sugirió no seguir ya que las condiciones eran peligrosas, el mismo guía hizo un test de avalanchas que resultó positivo, nos tuvimos que volver al campamento Berlín”.

Las intensas nevadas continuaban en la zona, las posibilidades de hacer cumbre eran nulas, pero Ottonello no se quedaría sin las ganas de intentarlo nuevamente. “Mediante radio nos comunicamos con la Patrulla para saber el pronóstico y nos indicaron que el mal tiempo continuaría, por lo que tuvimos que desarmar la carpa y regresar al campamento base Plaza de Mulas”, remarcó.

En ese lugar tuvo que esperar para que las condiciones mejoren y el día 13 de enero vio algo interesante. “Fue una leve nevada y el cielo se despejó, entonces dije que esa era mi oportunidad y la última porque debía retornar para hacer otra cumbre en Uspallata” explicó.

“Prepare la mochila y a las 00:30hs partí hacia la cumbre, una noche mágica todo estrellado una pequeña brisa eso sí, muy pero muy frío estaba, yo creo que fue la noche más fría de los días que estuve, así que empecé el ascenso y no me detuve para evitar congelamiento siempre en movimiento, pase por el campamento Nido de Cóndores a las 6 de la mañana y ya estaba empezando a amanecer y seguía con mucho frío”, recordó.

“Continúe caminando y no me detuve hasta llegar a Campo Cólera ahí ya eran las 8 de la mañana, el sol pegaba y era una satisfacción tremenda la sensación de los rayos del sol, ahí comí unas barritas de cereales unos turrones, te caliente y a seguir ascendiendo, más arriba ya se empezó a tornas más insegura la montaña, cada vez más me hundía en la nieve y las probabilidades de avalanchas aumentaban, así que llegué hasta donde mis instintos me dijeron hasta acá no más”, contó, y dio por concluido su segundo intento.

En ese mismo instante comenzó el descenso y llegó por la tarde al campamento base Plaza de Mulas, porque debía juntarse con otro compañero para hacer el cerro Mercediario (6.720 msnm), lugar en donde nuevamente las malas condiciones del tiempo le jugaron una mala pasada.

“Fue una experiencia formidable llena de aprendizaje, en 15 días casi salieron 2 cerros de más de 6500 msnm, estuvo cerca me jugo en contra el mal tiempo, pero aprendí mucho gracias a eso”, cerró.

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