El médico pediatra Gonzalo Mesones compartió un escrito donde informó que dejará de ejercer su profesión por necesidades económicas y su publicación tomó una gran relevancia.
En una carta, Mesones comunicó la decisión de abandonar su profesión y comentó que trabajó los siete días de la semana durante 10 años.
“Si uno es profesional, estudió entre 10 a 20 años para tener su especialidad, su subespecialidad, hizo residencia (para el que no está familiarizado es cuasi una colimba)”, dijo.
Detalló que en nuestro país los profesionales deben someterse a trabajar esa cantidad de tiempo debido a una necesidad económica imperiosa.
“En una profesión donde confluyen sentimientos tan argentinos como el orgullo, el continuo intento por mejorar en la profesión y esa solidaridad que tanto nos envalentonaba como sociedad, ha sido reducida a las cenizas. Querer ser médico en este país se transformó en una mala palabra, en una idea ridícula y solamente perseguida por gente idealista poco asesorada”, expresó.
En la misiva, le dedicó un párrafo para mencionar su desconcierto frente a las actitudes tomadas hacia al personal de salud durante la pandemia. Según su óptica, se incrementó la sensación de estar haciendo mucho por una sociedad “disociada emocionalmente”.
Del mismo modo, criticó que mientras debían realizar guardias sin los medios necesarios de protección en gran parte de los establecimientos, hubo un decreto en contra de las vacaciones y bonos que él calificó como “ínfimos e insultantes”.
Faltan profesionales, la segunda ola del coronavirus en 2021 llevó al límite a sanitarios argentinos. (Foto: EFE)
Al fin de su carta, Mesones consideró que los pacientes se transformaron en clientes, “ya que el trato es como a cualquier servicio al consumidor. No hay respeto, no hay paciencia, no hay educación”.
Y comentó que debido a dicha transformación se comenzó a cuestionar el valor que le dan a su trabajo, tanto los pacientes como las instituciones (hospitales, sanatorios y prepagas).
En diálogo con Eduardo Feinmann en radio Mitre, el médico reveló algunos detalles sobre su decisión, entre ellos que se replanteó hace tiempo su situación laboral y habló sobre el vínculo con su esposa, que también es especialista médica.
“No podemos salir del consultorio para ejercer otras vetas”, expresó el profesional.
Y agregó: “Queríamos tener hijos y, solo con los consultorios, nos iba a costar mucho. Con el tiempo fuimos intentando ver si había otra manera”.
Asimismo, el doctor enunció que dentro de la medicina, la pediatría es considerada una de las especialidades rezagadas: “En Pediatría y Clínica te desafío a que encuentres alguien que no piense como yo; es desde hace años”, y aseguró que en ninguna de las dos especializaciones es posible trabajar en más de un lugar al mismo tiempo. /TN