La imagen no deja margen a dudas. El delincuente se le acercó a la ventanilla del coche y amedrentó al conductor, un ingeniero electrónico de 54 años. Cuando la puerta delantera del vehículo se abrió, lo inesperado: el automovilista le disparó. El balazo atravesó el pecho del ladrón de 19 años, quien cayó sobre el asfalto y murió. Fuentes de la investigación informaron a Infobae que el profesional luego se fue del lugar rumbo a su trabajo.
Según publica Infobae, todo sucedió en la localidad bonaerense de San Justo, partido de La Matanza, y el delincuente asesinado tenía antecedentes penales. El ingeniero, legítimo usuario de armas, está en libertad. El fiscal del caso consideró, en principio, que actuó en legítima defensa.
Ocurrió alrededor de las 7 de este jueves en la esquina de las calles Paraguay y Constitución, al Oeste del Conurbano. Como se ve en el video que ilustra la nota, el ingeniero en electrónica, de 54 años, se encontraba a bordo de su vehículo cuando fue abordado por un sospechoso que quería robarle el vehículo.
En ese contexto, el profesional desenfundó un arma y le efectuó un disparo en el pecho. Luego, se bajó del coche y verificó el estado del delincuente, que yacía sobre el asfalto en la parte trasera de la camioneta. Incluso, el ingeniero corrió con el pie lo que parecía ser un arma y que estaba junto al cuerpo. Luego, y aunque la imagen no lo muestra, se retiró del lugar, según informaron este medio fuentes con acceso al expediente.
Fue un vecino quien llamó a la Policía para alertar sobre la presencia del cuerpo del joven en la vía pública. Rápidamente, efectivos de la Comisaría Oeste 1ª de San Justo se presentaron en el lugar y comenzaron a investigar lo ocurrido.
Al revisar el dominio del auto se estableció que pertenecía al ingeniero en electrónica y, luego de examinar las cámaras de esa cuadra, lograron determinar que el hombre bajó del rodado y se dirigió a pie hacia avenida Juan Manuel de Rosas, donde trabajaba.
Por este motivo, los agentes se presentaron en ese lugar, identificaron al profesional y corroboraron que se trataba del mismo que quedó registrado en las imágenes: el que le disparó a Camacho Luque.
Los policías le secuestraron un arma de fuego Bersa Thunder Ultra Compact Pro calibre .45 con su cargador y nueve municiones intactas, se lo notificó de la apertura de la causa por el homicidio del delincuente muerto, pero no se lo aprehendió, ya que en principio actuó en legítima defensa. Según pudo saber este medio, el ingeniero tenía permiso para portar armas: “Es legítimo usuario”.
Hasta el momento, la principal hipótesis es la de robo. Se cree que el ingeniero disparó por miedo y para defenderse. Luego, inmerso en un estado de shock, abandonó el lugar. Más tarde, los policías constataron que Camacho Luque tenía antecedentes por el delito de “robo automotor” y que había salido de prisión el mes pasado, según la agencia de noticias Télam.
El caso lo investiga el fiscal Gastón Duplaá, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, quien dispuso que se le realice la prueba de dermotest al ingeniero y el secuestro de su vehículo, entre otras medidas para esclarecer el hecho.