Cuáles son los tres cargos que le imputa la Justicia a los integrantes del clan Caro

Publicado el: 22 octubre, 2022

El 14 de octubre, la policía de Mendoza practicaba medidas de allanamiento en un domicilio del barrio Bohemia de Guaymallén, cuyos moradores fueron identificados como Walter Ernesto Caro y sus hijos Marcos Gastón Caro y Francisco Manuel Caro.

En la tarde de este viernes 21 de octubre, luego de que los mismos fueran trasladados a la provincia de Tucumán, se realizó la audiencia correspondiente. El caso es investigado por el fiscal, Diego Alejo López Ávila, de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I, quien solicitó que se declare la legalidad de las detenciones de los acusados, lo cual fue avalado por el juez actuante.
Respecto a Walter Ernesto Caro, ya había sido imputado oportunamente, pero quedó detenido al incumplir con las reglas de conducta que les habían impuesto en ese momento. Para el mismo, se pidió la colocación de una tobillera electrónica, por cuatro meses.
En tanto, para sus hijos Marcos Gastón y Francisco Manuel, se requirió la prisión preventiva por dos meses. Ambos pedidos fueron avalados por el juez interviniente.

Las acusaciones

Primer hecho. Asociación ilícita: Desde el mes de agosto del año 2020 y hasta aproximadamente fines del mes de junio del año 2021, dentro del territorio de la provincia de Tucumán, Miguel Antonio Lizárraga alias “Gata”, Néstor Fabián “Tuta” Lizárraga, Juan de Dios López, Luis Ricardo Carreras, Mauricio Ezequiel Lencina, Cristian Nicolás Caro, alias “Bichi”, Marcos Gastón Caro, alias “Batore” o “Tore”, Francisco Emanuel Caro, alias “Bicunga”, Walter Alexander “Kuky” Caro, y otros sujetos no identificados, previo acuerdo de voluntades, división de tareas y de roles asignados a cada uno, desempeñándose “La Gata” Lizárraga como jefe y el resto como miembros de la organización, fue que en forma habitual, permanente, reiterada y sistemática se asociaron solidaria y dolosamente con una finalidad delictiva destinada principalmente a cometer asaltos contra la propiedad, ingresando a inmuebles tanto comerciales como a viviendas que se hallaban temporalmente sin moradores, violentando los ingresos a dichos lugares apoderándose de joyas, dinero en grandes cantidades, electrodomésticos, dispositivos electrónicos, entre otros, provocando con ello un grave perjuicio patrimonial a las víctimas.

Como medio para lograr esa finalidad, se valían de distintas actividades ilícitas o maniobras. Así los integrantes de la asociación procuraban en forma constante y continua obtener automóviles tendientes a ser utilizados como medio de movilidad en esos hechos delictivos, siendo que los rodados generalmente se encontraban registrados a nombre de personas con residencia en otras provincias, como ser Córdoba o Buenos Aires, otros eran adquiridos mediante boletos de compra-venta o una transacción informal (sin documentación o sin efectuar la correspondiente transferencia), o eran registrados como titulares familiares o allegados de los integrantes, o utilizaban rodados cuyas patentes habían sido adulteradas y no se correspondían a su dominio (rodados con patentes truchas), todo ello con el afán de dificultar que los miembros de la organización pudieran ser descubiertos.

Asimismo, luego de que los rodados adquiridos habían sido utilizados en algún hecho ilícito cometido por los integrantes de la asociación, los miembros de la misma tenían, como parte de su plan criminal, deshacerse de los rodados, ya sea vendiendo los mismos a otras personas ajenas a la asociación, devolviéndolos a la concesionaria de donde habían sido obtenidos o modificando sus características exteriores para evitar que pudieran ser hallados (como ser cambiar el color del polarizado o el color del vehículo).
Otro de los objetivos delictivos de esta asociación era la utilización de armas de fuego para lograr los desapoderamientos mencionados.
Asimismo, dentro de sus planes criminales, también se hallaba el ofrecimiento de dádivas a personal policial en procura de obtener beneficios para poder cometer sus objetivos ilícitos sin que sean perseguidos o investigados por ciertos empleados policiales o para obtener beneficios dentro de su lugar de alojamiento cuando se hallaban privados de su libertad.
Los integrantes de la asociación también perseguían el propósito de actuar con total indiferencia a la autoridad policial, haciendo caso omiso a las órdenes impartidas por los efectivos policiales e incluso atentando contra ellos.

A más de ello, en razón de que tanto “La Gata”, López, Lencina y Carreras residen en la provincia de Córdoba, otro de los acuerdos de la organización consistía en el traslado de los nombrados desde la referida provincia de Córdoba hasta Tucumán a los efectos de la comisión de los hechos ilícitos planeados.

En este sentido, debido a que la mayoría de los traslados realizados por los mencionados ocurrieron en época de restricciones a nivel nacional debido a la pandemia por Covid-19, los integrantes de la asociación adulteraban los permisos de circulación, registrándose como trabajadores esenciales para lograr el ingreso a la provincia de Tucumán.
Una vez en este territorio, los mismos, en algunas ocasiones rentaban alquileres provisorios para poder de esta forma permanecer temporalmente en nuestra provincia y lograr su objetivo ilícito, para luego ocultarse en dichos departamentos y finalmente regresar a la provincia de Córdoba.
En otras ocasiones, “Bichi”, “Batore”, “Bicunga” y Walter Caro, junto a “La Gata”, brindaban a los restantes integrantes de la asociación, tanto alojamiento como vías de escape luego de la comisión de sus objetivos delictivos (aportando los referidos Caro sus moradas para que se ocultaran y refugiaran luego de los hechos ilícitos cometidos).
Con todo ello, los integrantes de la asociación causaron con su accionar un perjuicio al orden público.

Segundo hecho

En fecha 13 de marzo de 2021, a horas 22:30 aproximadamente, ingresaron a un domicilio de Balcarce al 100, donde previo acuerdo de voluntades y división de tareas que cada uno desempeñaría, se apersonaron en la vivienda antes referenciada a bordo de un automóvil marca Chevrolet Sonic de color gris y un automóvil marca Ford Focus de color gris, siendo que mientras algunos de ellos aguardaban afuera de la morada para alertar a sus compañeros de cualquier peligro que pudiera impedir el objetivo de todos y para facilitar la posterior huida, los restantes rompieron el portón de entrada a la vivienda a la altura de motor y doblaron una de sus puertas, ingresaron a la misma y una vez adentro tomaron de su interior la suma aproximada de dos millones de pesos, ocho mil dólares, dos computadoras marca Lenovo y documentación, para luego darse a la fuga a bordo de los dos automóviles antes mencionados, llevándose consigo los elementos y el dinero descritos precedentemente.

Mientras ello ocurría, Marcos Caro y Leonardo Javier Olmos Chaván, aguardaban en la vivienda ubicada en calle Fortunata García al 1500 entre Próspero Mena y Pasaje O’ Higgins de propiedad de Francisco Caro, para alertar a sus compañeros de cualquier peligro que pudiera impedir su cometido y para recibirlos en dicha morada a efectos de que pudieran ocultarse luego del hecho y repartirse los elementos sustraídos entre todos, todo ello en virtud del previo acuerdo con lo antes nombrado y de la división de las tareas que cada uno realizaría.

Fue así que al momento en que Miguel Lizárraga, Luis Carreras, Walter Caro, “Tuta” Lizárraga, Cristian Caro, Mauro Lencina, Francisco Caro, arribaron a la vivienda de calle Fortunata García al 1500 a bordo de los dos automóviles antes mencionados, Marcos Caro y Leonardo Olmos Chaván, abrieron el portón de la morada facilitando el ingreso de los dos rodados y sus ocupantes y una vez que todos se hallaban dentro del domicilio se repartieron entre sí el dinero y los elementos sustraídos a la víctima Salvatierra. Pocos minutos después, llegó al lugar Walter Ernesto Caro, quien ingresó a la vivienda de calle Fortunata García al 1500 y recibió de manos de “La Gata”, parte de la suma de dinero sustraído a la víctima, con pleno conocimiento de que ello provenía de un hecho ilícito, con el objeto obtener un beneficio económico con esta suma dineraria recibida. Una vez que todos se repartieron el dinero y los objetos, se retiraron de la vivienda llevándose consigo los elementos previamente detallados.
Por este hecho, se les imputó el delito de robo calificado por efracción.

Tercer hecho: Atentado y resistencia

En fecha 08 de mayo de 2021, a horas 21:20, en circunstancias que empleados policiales realizaban recorridos de prevención por el ámbito de la capital, circulando por calle Crisóstomo Álvarez, fue que al llegar a calle Ayacucho de esta ciudad Capital divisaron a “La Gata” Lizárraga y “Batore” y “Bicunga” Caro a bordo de un automóvil marca y modelo Renault Fluence de color gris, vidrios polarizados semi bajados.

En ese momento, los empleados policiales detuvieron su marcha y los ocupantes del rodado Renault aceleraron bruscamente su velocidad, por lo que se inició una persecución de este vehículo, identificándose los empleados policiales como tales y dando la orden de “alto policía”, sin obedecer los sospechosos la orden impartida, continuaron su huida por calle 24 de Septiembre hacia el cardinal Este, tratando de embestir al personal policial, siendo que uno de los ocupantes del automóvil sacó su brazo por la ventanilla trasera y con un arma de fuego efectuó disparos contra los empleados policiales, que no llegaron a impactar sobre ellos. Nuevamente, en avenida Roca y Bernabé Araoz, intentaron colisionar al personal policial. Esta persecución finalizó en calle Fortunata García al 1500, zona en la cual descendieron del rodado y se dieron a la fuga, ingresando los sujetos de apellido Caro en sus respectivas viviendas de esa zona, mientras que Lizárraga lo hizo en la otra morada, dejando abandonado el auto.

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