El cabecilla controlaba la operación desde la cárcel. Su esposa y una hermana recibían la droga, el sello distintivo de su “mercancía: el dibujo de un delfín que indicaba la calidad de la sustancia que iba a ser trasladada a Tucumán.
Cinco personas fueron detenidas en Salta a las que decomisaron 245.000 mil dosis de cocaína repartidas en 20 “ladrillos” identificados con la silueta de un delfín, 542.000 pesos, un automóvil Fiat Palio y el fiscal Penal la Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (Ufinar), Gustavo Torres Rubelt, requirió el allanamiento de tres casas en diferentes puntos de la capital salteña.
El operativo bautizado “Milagro Blanco”, había iniciado con una investigación en abril pasado, a raíz de una denuncia anónima, sacando a la luz una importante red de venta de drogas en varias localidades de Salta, en especial en la Unidad Carcelaria 1.
La denuncia daba cuenta de que la pareja de un hombre, condenado por venta de estupefacientes -que se encuentra alojado en la Unidad Carcelaria N°7 de Cerrillos- comandaba a un grupo de mujeres que ingresaban droga al penal, que luego era vendida por el hombre.
A través de distintas técnicas investigativas se pudo determinar que la mujer mantenía conversaciones y contacto de manera frecuente con dos mujeres, ambas con antecedentes por tenencia de estupefacientes.
Una de las mujeres, además, es concubina de un hombre que cumple condena en la Unidad Carcelaria N°1 por infracción a la ley de estupefacientes.
Mediante la intervención de líneas telefónicas, el personal de la Ufinar descubrió el ingreso de estupefacientes a la Unidad Carcelaria N° 1 y la comercialización en el penal por parte del detenido, con ayuda de un guardiacárcel.
Destino Tucumán
En junio de este año, a través de escuchas telefónicas, se descubrió que una cuñada del hombre mantenía una conversación con otra mujer en la que le informaban sobre la llegada de un importante cargamento de sustancias a la terminal de ómnibus de Salta.
También fueron detectadas dos hermanas del detenido, como partícipes de la organización cuyo rol habría sido el de repartir drogas y cobrar el dinero por el abastecimiento de las mismas.
En julio de 2022, una de las mujeres investigadas habría efectuado un viaje desde Salvador Mazza hacia la provincia de Tucumán, en compañía de cuatro cómplices. Días más tarde, visitó a su pareja en la Unidad Carcelaria 1.
Las conversaciones mantenidas entre los involucrados daban cuenta de transporte de sustancias estupefacientes con fines de comercialización entre el norte de Salta y el Jardín de la República.