La investigación, además, advierte que la diferencia se amplía según la edad de los infectados.
Los datos revelan que entre mayo y noviembre pasado la tasa de ingresos de los enfermos con COVID de 60 años con doble dosis de la vacuna fue de sólo de 0,6 casos por cada 100.000 personas a la semana. Pero entre las personas de la misma edad que seguían sin vacunarse, la tasa era de 37,3 por 100.000 a la semana, lo que equivale a un riesgo relativo unas 60 veces mayor.
Entre las personas de 50 y 70 años había una diferencia de casi 30 veces en la tasa media de ingresos semanales entre los vacunados y los no vacunados.
En los grupos de edad más jóvenes, la diferencia era menor, pero aún marcada: las personas no vacunadas de entre 30 y 40 años tenían entre 10 y 15 veces más probabilidades de acabar en cuidados intensivos con COVID-19 que las que habían recibido las vacunas.
Las altas tasas de no vacunados en algunas partes del mundo agravan el escenario global por el vertiginoso avance de la variante altamente mutada Ómicron, que ha empujado a muchos gobiernos a poner en marcha nuevas restricciones e instar a los ciudadanos a vacunarse.
Los últimos datos sugieren que Ómicron no causa una enfermedad más grave que las variantes anteriores, incluida la Delta, pero el aumento de las cifras de infección sí amenaza con desbordar los sistemas sanitarios, los científicos advierten que aún podría causar más muertes.
“Se avecina un tsunami para los no vacunados”, alertó días atrás Jonathan Reiner, profesor de medicina y cirugía en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington.
Las declaraciones de Reiner son un pedido casi desesperado a los norteamericanos para que se vacunen en un contexto de mucha preocupación. “Nuestras vacunas te protegerán, especialmente si estás vacunado con tres dosis. Las personas que no están vacunadas deben comenzar el proceso ahora. Vayan a su farmacia y vacúnense”, pidió.
“Ómicron es el virus más contagioso que se haya conocido”. Y agregó que es tan contagiosa como el sarampión. “Este puede ser el virus más contagioso que nuestra civilización ha enfrentado en nuestras vidas”, insistió.
Los casos de ómicron confirmados se duplican cada 36 y 72 horas en los países en los que ya está presente, según el último informe de la OMS, que indica que la variante tiene una “ventaja de crecimiento sustancial” sobre la variante delta, hasta ahora dominante.
Por ello se espera que supere pronto a la delta y se convierta en la dominante.
La amenaza global que supone Ómicron depende en gran medida de cuatro cuestiones clave, según OMS. Un punto clave es el grado de transmisibilidad de la variante. Otros factores son la eficacia de las vacunas y la protección previa contra la infección, la transmisión, la enfermedad clínica y la muerte; la virulencia de la variante en comparación con otras variantes; y la forma en que las poblaciones entienden esta dinámica, perciben el riesgo y siguen las medidas de control, incluidas las medidas sociales y de salud pública.