La muerte de Lisandro Bravo, más conocido como “Chino Magestic”, un cantante de hip hop el domingo a la madrugada en el Barrio San Cayetano, puso a toda la Policía a trabajar en el caso y a buscar los motivos por el cual el asesino tomó la decisión de llevar a cabo el crimen.
Luego de haber sido señalado por varios testigos, Andrés Quiroga, el principal acusado del homicidio, se entregó y aunque la investigación parecía estar culminada dio un vuelco inesperado.
Según detallaron los vecinos de la zona, Quiroga, quien se desempeñaba como médico en el CAPS, solía andar armado temiendo ser atacado por algún ladrón.
Pero además de esto, se logró saber que el capturado no tenía como apuntado al artista para que reciba el disparo mortal, sino que venía teniendo problemas de larga data con Nahuel Brito, joven que acompañaba en ese momento a Bravo.
Este último le aseguró a los policías que lo indagaron, que Quiroga lo molestaba permanentemente, lo que lo llevó en alguna oportunidad a presentar una denuncia policial, que fue pedida por el fiscal Ignacio López Bustos, quien investiga el caso.