La organización “Orejitas callejeras” rescata animales en situación de calle del gran San Miguel de Tucumán. No solo se dedican a las mascotas tradicionales como los gatos o los perros. También asisten a caballos, palomas y cualquier otro animal en situación de peligro.
A principios de noviembre la organización anunció que se encontraba en una situación límite. Mantenían una gran deuda con la veterinaria y con la pensión donde dejan los animales que no son adoptados. Los compromisos pendientes llegaban a $ 200.000 y que los obligó a lanzar una campaña en las redes sociales para recibir donaciones, sin pensar lo que estaba punto de ocurrir.
Entre cientos de personas que colaboraron con premios y algunos aportes de dinero, les llegó un particular mensaje por Facebook. “Una persona nos preguntó cuánto debíamos y en dónde estaba cada deuda; después nos dijo si habíamos visto ‘Los simuladores’”, contó Bárbara Artero, una de las fundadoras.
La joven que creyó todo el tiempo que se trataba de una broma, agregó: “Nos dijo que le diéramos 24 horas y no volvió a contestar”.
El mensaje hacía referencia a la famosa serie argentina en donde un grupo de cuatro personas realizaban distintos operativos para ayudar o resolver problemas de la gente.
Efectivamente horas más tarde de aquel mensaje llegó la resolución inesperada: En la veterinaria Casa Campo , donde existía una de las deudas más grandes de la fundación, ingresó un hombre de traje que sacó de una bolsa de cartón el dinero y pagó toda la que se debía.
Natalia, empleada del local, contó que en ese momento miró a sus compañeros incrédula: “Le pedí su nombre para anotarlo y avisarle a las chicas pero me dijo que no iba a darlo; se dio la vuelta y se fue”, precisó.
El misterioso donante repitió lo mismo en la pensión y en otra veterinaria tucumana.
“Para nosotras es una Orejita Callejera caída del cielo porque no entendemos tanta bondad”, explicó Bárbara Artero, una de las fundadores.
Y agregó: “Contamos esto porque si bien en las redes tratamos de visibilizar el abandono y las cosas malas, también está bueno que se sepa que todavía queda gente buena”.
Según La Gaceta, la increíble acción fue el comentario entre los compañeros de la veterinaria y de la organización.
“Quedamos muy sorprendidos, mucha gente hace donaciones para esta fundación y para otras pero nunca de esta categoría”, sigue Natalia.
“A diario son muchas las mascotas que ellas traen en condiciones lamentables. Este es un gesto enorme tanto para las chicas como para todas las mascotas que ellas rescatan”, cuenta, aún sorprendida.