Tras un juicio abreviado llevado a cabo este jueves, la Unidad de Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual condenó a una mujer y un hombre que abusaron de su sobrina el año pasado y estarán varios años en prisión.
En la investigación llevada a cabo, todas las pruebas colectadas contra los acusados hicieron que los mismos admitieran su culpabilidad ante los hechos imputados oportunamente por el Ministerio Público Fiscal.
Juan Carlos Bustos recibió una pena de 17 años tras ser declarado autor penalmente responsable del delito de lesiones graves agravadas por ensañamiento y alevosía, en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido contra una menor.
En tanto que, su pareja, Paula Elena Saquilán, fue sentenciada a 13 años de prisión por ser considerada culpable del delito de lesiones graves agravadas por ensañamiento y alevosía y por ser cometido contra la menor que estaba a su cuidado.
La prueba de cámara gessel a la menor, considerada como fundamental para la investigación de los hechos, había sido postergada en distintas oportunidades ya que, por los maltratos y el consiguiente estado de salud, la víctima no estaba en condiciones de afrontar.
Durante el desarrollo de la pericia, la niña pudo identificar a cinco de los involucrados que habrían tenido diferentes roles en los actos. Con el avance de la investigación, el fiscal encontró elementos que involucraron a más familiares con los hechos. El expediente llegó a tener a siete personas imputadas por ser consideradas partícipes, en diferentes roles, de los ataques. Con las sentencias de este jueves, más otro allegado que fue declarado culpable la semana pasada por encubrimiento, ya son tres las personas que hasta el momento se encuentran condenadas en el marco de la causa. Mientras tanto, los otros acusados esperan ser enjuiciados en un debate oral.
El hecho tomó estado público en enero de 2020, cuando Bustos y Saquilán, tíos de la pequeña, la llevaron a un centro asistencial de Alberdi para que fuera atendida por unos supuestos golpes producidos tras una caída. Los médicos que la atendieron en ese momento la derivaron al Hospital de Niños por la gravedad de las lesiones que presentaba la nena que en ese momento tenía tres años. Allí, los profesionales que la revisaron constataron que había sufrido maltratos de todo tipo y que presentaba lesiones compatibles con abuso sexual.
