Chofer de auto rural denuncia que Policías lo golpearon, asaltaron y secuestraron su auto

Publicado el: 27 julio, 2021

Enojo, rabia y tristeza, eso es lo que siente un chofer de un auto rural que transita los caminos desde Burruyacú hasta San Miguel de Tucumán. Como todos los días, el conductor se levantó a las 6 de la mañana y procedió a salir de su domicilio, buscar pasajeros y traerlos hasta la Capital, pero cuando llegó hasta el primer control, ubicado en Avenida Gobernador del Campo, comenzó la pesadilla.

Allí, Ariel Lazarte, denunció por redes sociales que dos policías, sin identificación, le pidieron los papeles del auto, la verificación técnica, el permiso para circular con pasajeros y el seguro. Al contar con todo en regla, Ariel pensó que lo dejarían pasar, como siempre lo hace, pero esta vez no fue así.

El joven de 26 años, describió que los dos uniformados, lo hicieron bajar del auto, lo esposaron y lo llevaron hasta las instalaciones de la Policía Vial, donde lo pusieron contra una pared, le sacaron los 10 mil pesos que venía recaudando y el celular.

Tras lo ocurrido, el trabajador le exigió a los oficiales que le devuelva sus cosas y uno de ellos le contestó: “Acá tenemos el celular, mandale un videíto a tu mamá diciéndole que estás bien”. Toda la acción, fue grabada por una de sus pasajeras, quien lo subió a las redes.

El texto completo de Ariel en su perfil de Facebook:

“Trabajo para la cooperativa Lastenia – Garmendia en la Vieja Terminal. Todos los días me despierto a las 6, tengo dos hijitos, y soy un laburante. Parecía un día más hasta que frente a Rosello (estación de GNC) en la Gobernador del Campo, me paró un control. Ahí empezó mi pesadilla”.

“Me empiezan a pegar, me llevan a la Vial y me ponen contra la pared. Me sacan 10 mil pesos del bolsillo. Y me sacan mi celular, no el celular con el que me habían filmado los pasajeros el video que publiqué. Ahí la cosa se pone peor y le pido al policía:

“Me dice: ‘¿Qué ha pasado chango?’ Me quitan los papeles y los han hecho un bollo. Le digo al policía: ‘Tengo hasta el documento de la perra’. Ahí piensa que lo estoy cargando, me mira y me dice: ‘Mirá las pulseras que usás, los anillos… Esta cadenita me va a quedar bien’. Y me la arranca. Pero antes, esposado, con la luz apagada, empezaron a golpearme en las costillas”.

“Y después en la comisaría me dicen: ‘Acá tenemos el celular, mandale un videito a tu mamá. Decile: ‘Estoy bien, hola mami’. Te vamos a llevar al calabozo así te encontrás con los otros preso”. Cuando mi madre lo ve por estado de WhatsApp y Facebook el video de la pasajera es cuando salió desesperada a buscarme. Primero fue a la Vial, después a la comisaría 10ma de la Blas Parera donde le dicen que yo no estaba ahí y que volviera a buscarme a la Vial. Ya en la comisaría 11, veía sus llamadas y este tal Mamaní era el que no me dejaba que atienda ni nada. Lo tiró al celular en la mesa donde estaban por comer y me dejaron contra la pared esposado. Luego entró otro y me dice: ’Quedate ahi y callate o te reviento la cabeza a piñas ya’”.

“Mi mamá me va a buscar a la 11ma. Me sueltan a las cinco y media de la tarde. Nunca he estado preso ni tengo causa ni nada. Soy un laburante más. No me entregaron la plata (10 mil pesos de todo lo recaudado en la semana ni las cadenas y el celular estaba con la pantalla partida. Tengo moretones en todo el cuerpo, las rodillas raspadas. Fui a un caps de acá cerca de Gobernador Piedrabuena, me dijeron que tengo que ir a la Policía Forense y que tengo que pagar una multa de 30 mil pesos para recuperar el auto. Es una pesadilla lo que estoy viviendo. Y no puedo dormir. ¿Quién podría dormir?”

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