La situación de dos cadenas de electrodomésticos preocupa sobremanera al Sindicato de Empleados y Obreros del Comercio (SEOC). Por un lado, el caso de Ribeiro, cuyos trabajadores se dieron por despedidos y se encuentran a la espera de que se les abonen los meses de sueldo adeudados y las indemnizaciones. Por otra parte, Garbarino también amenaza con cerrar sus puertas en Tucumán.
“Los empleados de Ribeiro se dieron por despedidos debido a la situación de la empresa, que venía adeudando salarios, que estaba pagando mediante los Repro (Programa de Recuperación Productiva, plan implementado por el Gobierno nacional durante la pandemia de coronavirus). Nosotros hicimos una denuncia ante un juez laboral, tomamos una medida de secuestro y embargo de la mercadería, que quedó en un depósito judicial, para que los trabajadores puedan cobrarse los salarios que les deben desde febrero, más todos los aumentos y las diferencias”, djio Oscar Cano, referente del SEOC.
Añadió que, aunque ya se realizó el secuestro de los electrodomésticos, nadie de la firma se hizo presente. “Estamos buscando un interlocutor válido, para ver si se pueden subastar los bienes”, dijo. Precisó que la firma adeuda entre $ 5,5 millones y $ 6 millones en concepto de sueldos, y que con la subasta podría llegar a saldarse ese monto. “Quedará para después el tema de la indemnización”, indicó.
En el caso de Garbarino, Cano precisó que decidieron abrir un compás de espera hasta la semana que viene, debido a que puede haber novedades positivas. “Hay gente que quiere comprar la empresa; un empresario quiere poner plata. De esa forma se daría una solución. Por eso los compañeros no han tomado ninguna medida definitiva. De hecho, el delegado de la empresa pidió un cuarto intermedio para la próxima semana. Estamos en el día a día”, explicó Cano
