En medio de la preocupación por el aumento de casos de coronavirus y la llegada de la variante Delta, los creadores del barbijo AtomProtect del Conicet advirtieron este miércoles -día en que la Argentina superó los 100.000 muertos por la pandemia- sobre un error muy común en el cuidado diario: el uso del doble barbijo.
“¿Usás un barbijo quirúrgico junto con tu mascarilla AtomProtect?”, peguntaron en la cuenta oficial en Twitter del barbijo estrella en la Argentina. a lo que alertaron de manera conrtundente: “No lo hagas!”.
“Para cumplir su función correctamente, la mascarilla AtomProtect NO DEBE ESTAR OBSTRUÍDA POR OTRA MASCARILLA”, explicaron a continuación.
“La capa interior verde contiene sanitizantes con iones de plata que eliminan bacterias y hongos cuando entran en contacto con la tela. Si se coloca un barbijo común por debajo, los hongos y bacterias crecen en esta mascarilla y AtomProtect no puede eliminarlos”, ampliaron y aclararon que aplica a todos sus modelos: el original, el black y el N95.
Luego, los creadores del barbijo explicaron que “la capa exterior, lila o negra, contiene iones de cobre que eliminan virus (como el COVID-19) cuando entran en contacto con ella” y que “si se coloca un barbijo común por encima, los virus quedan en ella y la mascarilla AtomProtect tampoco puede eliminarlos”.
El éxito de este desarrollo del Conicet, la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) fue tal que en el mercado aparecieron versiones truchas. Para reconocerlos, recomiendan mirar atentamente algunos aspectos.
Los falsificados suelen ser mucho más caros que los originales: en la tienda virtual certificada por Kovi, el pack de diez unidades cuesta $4.390. En cambio, los truchos rondan -por la misma cantidad de unidades- los $8.500.
Según sus creador, el Atom Protect tiene una capacidad filtrante para polvos y gotículas de más del 97%. Además, contiene cuatro capas de protección: una externa semiimpermeabilizante que lentifica el ingreso de microgotas; una segunda capa de tela tejida de algodón poliéster con los mismos activos antivirales que el primer modelo de barbijo; un tercer filtro físico de tela no tejida con una capacidad filtrante, certificada por Nelson Labs (un proveedor líder en pruebas de laboratorio ubicado en Estados Unidos), del 97,1% para polvos a partir de 0,1 µm (micrómetros) y del 99,9% para aerosoles acuosos de cloruro de sodio (esta última medición, realizada por el equipo desarrollador); y, por último, una capa de tela tejida de algodón poliéster con activos bactericidas y fungicidas.