Un hombre fue condenado a 16 años de prisión por violar a una nena de 12 años a quien había traído ilegalmente de Bolivia con la promesa de “hacerle tener una vida mejor” ya que su familia estaba en una mala situación económica.
Además, la obligaba a cocinar, hacer la limpieza en su casa y cuidar de los hijos de la pareja. Se trata de Fermín Torrico Claros, de 36 años y nacionalidad boliviana, quien cometió los abusos en una propiedad del barrio Moure, en Comodoro Rivadavia (Chubut).
Torrico no vivía solo allí: también estaba su esposa. El delito era cometido durante la ausencia de la mujer, según pudo comprobar la Justicia.
El fiscal del Tribunal Oral Federal Teodoro Nürnberg explicó que “el hombre obtuvo la autorización de la madre de la nena”, debido a que era familiar de su esposa, aunque de todas maneras la ingresó ilegalmente al país en 2011.
En el juicio se comprobó que Torrico cometió un “abuso sexual agravado” y que hubo suficientes evidencias de que fue “con acceso carnal”.
“Cuando la víctima es una persona objeto de guarda, o sea que estaba a cargo de otra persona, la ley contempla un agravante por la confianza que se ve desvirtuada con el accionar de la persona”, se indicó.
También se comprobó que la madre de la nena había hecho un acuerdo con el ahora condenado para traerla a la Argentina supuestamente para darle “educación y ayudara en alguna tarea de la casa, pero cuando arribó a nuestro país eso fue totalmente desvirtuado por el imputado, con las consecuencias que conocemos”.
Torrico había sido condenado en primera instancia a 11 años de prisión por trata de personas “pero ahora se hizo este segundo juicio por abuso sexual y recibió un total de 16 años de prisión al unificarse las dos condenas”, indicó el tribunal.
Aún no trascendió de qué manera Torrico hizo ingresar a la nena al país de manera ilegal, aunque se estima que fue por alguna de las fronteras del norte del país donde no existen controles estrictos.
La madre de la nena tenía siete hijos, vivía en el campo y se encontraba en una mala situación económica, por lo que había permitido que migrara a la Argentina.
La víctima le contó a una vecina su calvario, lo que permitió que lo denunciaran ante la Justicia y lograran su condena. La pareja de Torrico ya había sido sentenciada a 10 años en el primer juicio por trata de personas.
EMJ
