Una situación particular, sorpresiva y emocionante ocurrió ayer entre los oficiales de la Guardia Urbana. Los Policías, se encontraban en formación como todos los días, pero un hecho cambió toda la rutina, uno de los uniformados, se arrodilló para pedirle matrimonio a su novia, quien es su compañera de trabajo.
El emotivo momento, se dio en la Dirección de Guardia Urbana, ubicada en Maipú al 400 de la Capital, el hecho, tomó por sorpresa a la mujer y además de la proposición, el hombre decidió agregar un poco de color agregándole globos rojos a su alrededor.
Todos los integrantes de la fuerza, aguardaron expectantes la respuesta de la mujer la cual terminó siendo positiva y produjo la alegría y el aplauso de todos los presentes.