Ledesma busca convertirse en un oligopolio del norte

Publicado el: 26 febrero, 2017

La empresa química Atanor anunció el miércoles el cierre de sus plantas en Baradero y Munro debido a la necesidad de “concentrar” sus esfuerzos en las fábricas de San Nicolás y Pilar y Río Tercero, Córdoba.

En tanto, trabajadores de la empresa denunciaron que por la medida “unas 180 familias quedaron en la calle”, al tiempo que manifestaron su malestar por haberse notificado en la madrugada a través de “un volante en el que se informa el cese de actividades de la compañía”.

El cierre de Atanor abre las puertas de Tucumán al oligopolio Ledesma, lo que puso en alerta a los empresarios locales y a los sectores politicos y sindicales que ven con preocupación la irrupción del gigante jujeño en la actividad azucarera.

El viejo sueño de Ledesma de dominar la actividad está a punto de concretarse en el marco de las variables económicas generadas desde el gobierno que conduce Mauricio Macri.

Fuentes empresarias aseguran que Ledesma ofreció alrededor de 100 millones de dólares para quedarse con las instalaciones de Atanor, tanto de Baradero como la de Munro, y la exigencia del grupo jujeño es lisa y llanamente que no aceptará la misma planta de personal.

Ledesma, de adquirir las petroquímicas cerradas, habrá dado el primer paso para quedarse también con el ingenio Concepción, lo que lo transformaría en un oligopolio de azucares, alcoholes y agroquimicos con alto impacto en la economía regional y sus derivaciones políticas.

El viejo sueño de Ledesma es comprar todos los ingenios de Tucumán y las tierras fértiles que componen el patrimonio de las fábricas para completar el ciclo histórico comenzado hace más de 70 años.

En la historia quedaron la destrucción de Tucumán a través de la “reconversión” azucarera que terminó con la eliminación de 100 mil puestos de trabajo, el cierre de 16 fabricas azucareras y la expulsión de 250 mil tucumanos que fueron a habitar al cordón de villas miserias de Buenos Aires.

Después todos los manuales de la historia lo explican. Lo que vino todos lo saben y conocen. Hoy, todavía se sufren las consecuencias del Genocidio que ocurrió en nuestras tierras que aterrorizó a una sociedad quebrada por el dolor intenso de ver desaparecer a sus hijos desde 1975 hasta 1983.

Fuente: tucumanhoy.com

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